viernes, 2 de diciembre de 2011

...CincoPiés Sombrelius...

"Al otro lado la música se escuchaba ahora con total claridad. Sandra abrió bien los ojos y observó a su alrededor. Se encontraban ahora en una sala abovedada. En lo alto del techo, iluminado por centenares de luciérnagas, se veían colgando estrellas torpemente recortadas en cartón. Pendían todas ellas de hilos de lana de colores oscuros. El techo parecía ser de algún tipo de hojalata, que había sido decorado con botones marrones y anaranjados. Un poco más abajo, a la altura de las paredes, la superficie había sido cubierta con cucharas viejas, algunas de plata, de las cuales ninguna conservaba ahora el mango. Parecía el lomo escamoso de una sardina metálica. La mirada de Sandra siguió descendiendo. Desde donde ella se encontraba, bajo sus pies descalzos, se extendía un manto de seda roja oscura, en cuyos pliegues nacían nenúfares de papel plateado. Sobre los nenúfares, marcando una estela curvilínea, flotaban pequeñas velas que iluminaban el camino. Un camino que llevaba directo a una plataforma circular de hojalata. Sobre ella, un piano.
Y sentado al piano, un duende con sombrero de copa.
Y la música se detuvo."

( "Manos de Papel, Corazón de Miel". Alex Rey.)

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